Como os decía, al principio estaba muy en plan lectora, y uno de mis autores favoritos es Nicholas Sparks (sí, libros ñoños entre los que se encuentra El Cuaderno De Noah). Cuando estaba en España estaba deseando leer The Best Of Me, pero no la daban traducido (salío en 2011 y la tradujeron aún ahora), así que cuando llegué fue el primer libro que leí y del que os voy a hablar.
Los protagonistas, Amanda y Dawson, tuvieron una relación muy intensa cuando eran adolescentes, pero ella era la niña rica y buena y él, miembro de la familia con más problemas legales del pueblo. Obviamente, no funcionó. Ambos se reencuentran cuando vuelven a su pueblo natal por un determinado suceso que les afecta por igual (no voy a desvelar el qué), y aunque todo parece casualidad, las cosas están más planificadas de lo que ellos se esperan. Tanto Amanda como Dawson han rehecho sus vidas, ella con bastante más éxito que él. Este encuentro va a hacer que se cuestionen muchas cosas y reconsideren numerosas decisiones.
Para ser sincera, al principio del libro la acción es muy lenta, pero vale la pena solo por el final tan agridulce típico de Nicholas Sparks. A mí es lo que me gusta de sus libros: los finales realistas. No son los típicos finales en los que todo es más que perfecto. Si tengo que buscarle un defecto, sería lo rutinario que es. Igual que todos sus libros, todo pasa en un par de días a toda velocidad (como si enamorarse en dos días fuera posible, vamos...). Os dejo unas cuantas frases que me gustaron (las he traducido a español, si las preferís en inglés ponédmelo en un comentario):
-¿Es
eso lo que quieres?
+Solo quiero que seas feliz.
-Soy la más feliz cuando estoy contigo.
+Solo quiero que seas feliz.
-Soy la más feliz cuando estoy contigo.
-Si
quieres a alguien, se supone que debes dejarlo ir, ¿no?
+Y si vuelve, ¿es eso lo que tienes que hacer? ¿Es eso lo que piensas? ¿Una clase de cliché? Nosotros no somos un cliché.
+Y si vuelve, ¿es eso lo que tienes que hacer? ¿Es eso lo que piensas? ¿Una clase de cliché? Nosotros no somos un cliché.
-Hay
mucha magia entre vosotros dos, no lo niego. Y la magia hace difícil el
olvidar.
-Ella
aprendió que a veces el amor no es suficiente.
-¿Nadie
te dijo que si no quieres saber la respuesta, no preguntes?
-No
soy perfecta. Tengo que asumir las decisiones que tomo y cometo errores, y la
mitad del tiempo me pregunto quién soy realmente o qué estoy haciendo o si mi
vida significa algo. No soy especial, soy simplemente… Común.
-No sigas mi consejo. Ni el consejo de nadie. Confía en ti misma. Para bien o para mal, feliz o infeliz, es tu vida, y lo que haces con ella siempre ha dependido de ti.
-Este fin de semana fue maravilloso, pero no es la vida real. Fue más como una luna de miel, y después de un tiempo la emoción desparecerá. Podemos decirnos a nosotros mismos que no pasará, podemos hacer todas las promesas que queramos, pero es inevitable, y después ya nunca me verás de la forma que me ves ahora. No seré la mujer con la que soñaste o la niña que solía amar. Y tú tampoco serás mi amor perdido, mi única verdad.
-Cometerás fallos y lucharás como todo el mundo, pero cuando estés con la persona correcta, sentirás casi la alegría perfecta, como si fueras la persona con más suerte que jamás haya existido.
-¿La confianza tiene que ser ganada? ¿O es solo cuestión de fe?
-¿Estás diciendo que estuvo bien que mintiera?
+No, estoy diciendo que si mienten, suele ser porque se preocupan por ti.
-¿Y si yo quería que me dijeran la verdad?
-Justo cuando crees que no puede ir a peor, puede. Y justo cuando piensas que no puede ir a mejor, lo hará. Pero mientras recuerdes que tú le él te quiere y tú le quieres, estarás bien.
-Odio cuando te das permiso para creer que todo irá bien, aunque sea por un instante, y justo te das cuenta que solo estábamos siendo preparados para algo peor.
-¿La confianza tiene que ser ganada? ¿O es solo cuestión de fe?
-¿Estás diciendo que estuvo bien que mintiera?
+No, estoy diciendo que si mienten, suele ser porque se preocupan por ti.
-¿Y si yo quería que me dijeran la verdad?
-Justo cuando crees que no puede ir a peor, puede. Y justo cuando piensas que no puede ir a mejor, lo hará. Pero mientras recuerdes que tú le él te quiere y tú le quieres, estarás bien.
-Odio cuando te das permiso para creer que todo irá bien, aunque sea por un instante, y justo te das cuenta que solo estábamos siendo preparados para algo peor.
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